Qué mejor regalo que una canción de amor.
No quise hacerla romántica, sino quería un ruequenrol burniano, con ese toque alegre y canalla.
Una canción para terminar los conciertos en alto.
Una canción que ensalza la vitalidad de la madurez también
Era la primera ( y luego la única) vez que la formación más eléctrica de Bakinbardi se metía en un estudio para grabar una canción que curiosamente al igual que la grabación de rock'n Crohn no hubieron ensayos previos.
TAnto Héctor como Manel pillaron la esencia de la canción y supieron darle la intensidad e intención que merecía.
Fue una sesión rápida donde se sacó lo mejor para esta canción que si bien rompe un poco los esquemas de bakinbardi, la banda la hace suya, a sabiendas de no estar sujeta a etiquetas.
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